martes, 29 de junio de 2010

1 dia +



UN SUPUESTO DÍA MALO



Ese día por la mañana derrame el café sobre el mejor mantel del hogar; y al estar limpiando me manche la ropa recién planchada y lavada que ya traía puesta.

Después ya estando en camino hacia la oficina, el trafico era tan denso que llegue tarde a mi trabajo; lo que provoco que mi jefe me llamara la atención. Toda la mañana estuve de mal humor y con muchas ocupaciones, por lo que a la hora de comer salí precipitadamente. Al llegar al estacionamiento me percate que el auto tenía una llanta baja. Me dispuse a cambiarla rápidamente, pero estaba tan apretada que el tiempo se me vino encima y me quede sin comer.

Por la tarde salí retrasado de la oficina y llegue tarde a la facultad. Un maestro me pregunto la lección que había quedado pendiente, misma que no tuve oportunidad de estudiar; por lo que me llamo fuertemente la atención. Me sentí terriblemente avergonzado delante de mis compañeros. Al terminar las clases fui al auto y me percate que le habían roto el parabrisas y me habían robado el estéreo.

Ya era muy noche y no vi por ninguna parte taxis o camión que me llevara al hogar.

Camine varias cuadras y en un callejón tres tipos armados me quitaron mi dinero, un hermoso reloj de oro, mi chamarra y hasta el cinturón de piel que tanto me gustaba. Después de quitarme cuanto traía encima me dejaron seguir mi camino riéndose estruendosamente de mi cara malhumorada e impotente. Camine dos calles y poco a poco me llego la idea de cobrarle al mundo tantos insultos a mi integridad y a mi persona.

Me desquitaría con el primero que se cruzara en mi camino, no tendría compasión de el, me burlaría hasta sentirme desahogado y le daría algunos golpes para así recuperar un poco mi tranquilidad.

Espere un poco y vi que se acercaba un hombre semidesnudo; de inmediato resolví que el seria el blanco de mis ataques. Me aproxime para burlarme de el. Intente reírme de sus pies descalzos pero los vi sangrantes y con la huella de haber sido traspasados con clavos. Después me fije en sus rodillas y las vi golpeadas a causa de múltiples caídas. Sentí coraje de no encontrar un motivo que inspirase mi risa burlona. Me reiría de su enmarañado cabello, pero lo vi mojado con la sangre que manaba de su frente herida por una corona de espinas. Me mofaría de su delgado y débil cuerpo, pero una herida en su costado derecho producida por una lanza me hizo estremecer. Intente reírme de sus manos que colgaban de sus brazos como si fueran un trapo viejo; pero al verlas mas cerca las vi tan cansadas y heridas que contuve mi reír. Había decidido que ese hombre seria el blanco de mi ira y no estaba dispuesto a dejarlo marchar sin producirle daño. Mi acalorada mente buscaba la forma de desquitar mi rabia. Decidí golpearlo! Camine detrás de el y vi su espalda flagelada inmisericordiosamente.

Corrí hasta colocarme delante de el; lo golpearía en la cara! Extendí la mano para sujetarlo del hombro y golpearlo fuertemente, cuando me miro a los ojos... Era su mirada tan profunda que pude sentir como llegaba hasta lo mas recóndito de mi alma. Posteriormente, con una inmensamente dulce voz me miro y dijo..... GRACIAS POR VENIR EN MI AYUDA.

"No te dejes vencer por el mal; antes bien vence el mal con el bien"

viernes, 18 de junio de 2010

Emergencia?


El Consejo de los Viernes: Abandona el Estado de Emergencia Continua



El “Estado de Emergencia Continua” es frecuente en muchas empresas. Todo tiene que estar hecho “para ayer”; todo es “urgentísimo”, “crítico”… Pero en realidad rara vez era así en las condiciones originales. Por lo general, suele tratarse de situaciones que no se han gestionado de la forma correcta y han acabado degenerando en estados de crisis.



Muchas personas en las organizaciones se han habituado a esta forma de trabajar hasta tal punto que lo llegan a ver como algo normal e inevitable. Lo peor es que esta histeria colectiva sólo sirve para disparar los niveles de estrés y la ineficacia operativa.



Por eso es importante que aprendas a gestionar tu vida con un mínimo de eficacia. Cuando tengas cosas que hacer, no esperes hasta el último minuto para ponerte con ellas. Hacerlo te sitúa inmediatamente en “modo crisis” y eso destroza tu capacidad de concentración y, en consecuencia, tu productividad. Además, acabarás “quemando” a toda la gente que trabaja contigo.



Cuando haya una tarea por hacer, asegúrate de reservar suficiente tiempo para hacerla. Hayas decidido hacerla bien, mal o regular, vas a tardar lo mismo ahora, sin prisas y sin estrés, que en el último minuto, agobiado y estresado.



En estas situaciones, utilizar alguna metodología de productividad personal como GTD puede ayudarte a mejorar tu eficiencia dramáticamente a la vez que eliminas tu estrés. Pero incluso si no usas ninguna, evita apurar los plazos de entrega.



Por supuesto que siempre habrá cosas urgentes e imprevistas que te obligarán a dejar lo que estás haciendo y ponerte con ellas de inmediato.



Sin embargo, no olvides que cuando todo es urgente, nada lo es.



Respeta tu salud, y la de la gente con la que te relacionas, y organízate un poco. Puedes hacer lo mismo, y mucho más, sin necesidad de vivir en un absurdo “Estado de Emergencia Continua”.

miércoles, 16 de junio de 2010

Pensar


LOS CUATROS TIPOS DE PENSAMIENTOS SON:







1- Pensamiento necesarios o mundanos



Son aquellos que se refieren a nuestra rutina diaria como: "que comemos , qué tengo que hacer hoy, cuánto tengo que pagar de alquiler, etc." Pensamientos que tratan con la vida diaria.





2- Pensamientos inútiles



Son los que no tienen utilidad ni constructiva ni particularmente negativa. Se refiere a cosas del pasado, como " si esto no me hubiera ocurrido, porqué me dijo eso, si solo hubiera hecho esto o lo otro, etc."… Demasiados pensamientos sobre algo que ya no podemos cambiar. Los pensamientos inútiles tratan también sobre el futuro, como "¿qué va a ocurrir si…?, ¿cómo va a ocurrir…?, ¿qué haré si…?, etc." Muchos de nuestros pensamientos entran bajo esta categoría y aunque no son negativos, aún así nos vacían de nuestra fuerza interior y nos hacen sentir cansados.





3- Pensamientos negativos y/o destructivos



Son los más dañinos, especialmente hacia nosotros mismos. Aparte del impacto que puedan causar a los demás, estos pensamiento causan una gran pérdida de nuestra paz y fuerza interior. Los pensamientos negativos están basados en la ira, avaricia, expectativas insatisfechas, desacuerdos, celos, etc. Si nuestros pensamientos están basados en estas debilidades es como si estuviéramos envenenando nuestra propia mente y también la atmósfera de nuestro alrededor. No importa cuánta razón tengamos, pensando con negatividad siempre seremos los perdedores ya que los pensamientos negativos nos arrebatan nuestro auto-respeto y también los demás pierden el respeto hacia nosotros.





4- Pensamientos positivos



Son los únicos que nos permiten acumular fuerza interior y nos capacitan a ser constructivos. Los pensamientos positivos son los que siempre dan beneficio en todas las situaciones sin atraparnos en la apariencia externa de una situación. Pensar positivamente no significa que ignoremos la realidad a nuestro alrededor y pretender vivir en lo irreal o pretender ser otro. Pensar positivamente significa ver los problemas y reconocer su realidad, pero al mismo tiempo ser capaces de encontrar soluciones a ese problema. A menudo, esto requiere tolerancia, paciencia y sentido común. Es fácil ser pesimista, así como ser optimista, pero necesitamos ser muy cuidadosos y maduros si queremos ser realistas. Una persona que piensa positivamente será consciente de las debilidades de los demás a su alrededor pero aún así dirigirá su atención hacia las buenas tendencias de los demás.

viernes, 11 de junio de 2010

Es lo unico q prevalece


La actitud de las personas es la diferencia



Los deseos primarios de toda persona son ganar mas dinero, progresar y ser felices. Una forma efectiva de lograr estos anhelos es siendo ricos.

Así como hay personas pobres y personas ricas, hay países pobres y países ricos.

La diferencia entre los países pobres y los ricos no es la antigüedad del país.

Lo demuestran casos de países como India, y Egipto, que tienen miles de años de antigüedad y son subdesarrollados y pobres.

En cambio, Australia y Nueva Zelandia, que hace poco mas de 150 años eran casi desconocidos, son sin embargo hoy, países desarrollados y ricos.

La diferencia entre países pobres y ricos tampoco son los recursos naturales con que cuentan, como es el caso de Japón, que tiene un territorio muy pequeño y el 80% es montañoso y no apto para la agricultura y la ganadería; sin embargo, es la segunda potencia económica mundial pues su territorio es como una inmensa fabrica flotante que recibe materiales de todo el mundo y los exporta transformados a todo el mundo, logrando su riqueza.

Tampoco la inteligencia de las personas es la diferencia, como lo demuestran estudiantes de países pobres que emigran a los países ricos y logran resultados excelentes en su educación. Otro ejemplo son los ejecutivos de países ricos que visitan nuestras fabricas y al hablar con ellos nos damos cuenta de que no hay diferencia intelectual.

LA ACTITUD DE LAS PERSONAS ES LA DIFERENCIA.!!

Al estudiar la conducta de las personas en los países ricos, se descubre que la mayor parte de la población sigue las siguientes reglas:



1. Orden

2. Limpieza

3. Puntualidad

4. Responsabilidad

5. Deseo de superación

6. Honradez

7. Respeto por el derecho de los demás

8. Respeto a la ley y los reglamentos

9. Amor al trabajo

10. Afán por el ahorro y la inversión



Por otro lado, en los países pobres, solo una mínima parte de la población sigue estas reglas en su vida diaria.

Pues ahora ya conoces la manera de lograr tus anhelos, solo cambia tu actitud y veras los resultados.

miércoles, 9 de junio de 2010

Esto va + x mi q x uds hoy x hoy ... perdon


MOTIVACION Uno de los grandes obstáculos que encontramos en el camino hacia una vida mejor es la falta de motivación. A menudo sabemos lo que debemos hacer para lograr nuestro objetivo sin embargo vacilamos, algo nos aparta del rumbo o simplemente no nos dan ganas de hacer lo que se requiere. Crear motivación personal no es tan difícil como puede parecer al principio. A continuación te ofrezco algunos secretos prácticos para que logres motivarte diariamente: - Relacionar el sufrimiento futuro por tu falta de acción en el presente. Por ejemplo, si no quieres levantarte para ir a trabajar pues relaciona esto con las consecuencias: perderás el trabajo, tu salario, la posibilidad de comprar las cosas que te gustan, etc., entonces vas a ver que pensar en los efectos negativos de tu inacción hará que te levantes y comiences tu día con ganas. - Observar en tu mente los premios a tu esfuerzo. Proyectar en tu cerebro aquellas recompensas a tu empeño y dedicación es una de las técnicas más efectivas para adquirir motivación inmediata. Imagina el día en el que después de tanto trabajo finalmente recibes ese diploma de graduación o después de tanto sudor llegas a comprarte ese carro o esa casa que tanto deseas, son estos pensamientos positivos los que van a determinar tus logros. - Mantener tu cuerpo en un buen estado físico. Sin energía no puedes tener motivación diaria. Si tu cuerpo está enfermo o desgastado es más difícil adquirir motivación. Tomate una tacita de café, pero tampoco abuses; haz ejercicio, camina cuanto puedas; duerme bien; no consumas mucha azúcar, los alimentos con azúcar matan la energía; practica respiración; escucha música alegre; sonríe. - Concéntrate en la meta mayor y prioriza. Quizás para llegar a la meta mayor debes realizar muchas tareas aburridas o fastidiosas (metas pequeñas y tediosas) pero si te concentras en la meta mayor pronto te llegará la motivación. - Resuelve tus problemas personales. Si estas contento estarás más motivado pero si andas deprimido no podrás motivarte. Resuelve tus sentimientos negativos. Practica el perdón; pide disculpas, controla tu ira. Anímate, esfuérzate por apartar de tu vida la tristeza y la depresión. - Empieza pero empieza ya. Aunque sea de a poquito. Da un paso y luego otro. Acaso no te ha pasado que a veces no tienes ganas de hacer nada pero entonces empiezas a hacer algo, empiezas a moverte y muy pronto estas haciendo más y más. Levántate, muévete, comienza por las tareas menores y así poco a poco te sentirás motivado para seguir con las metas más grandes.